Un complemento vital para la pizarra blanca es el marcador, patentado en los 60 s por Pilot. Se trata de un lápiz que usa tinta que se puede borrar, y que se adhiere a la superficie de escritura sin ser absorbida. Se necesita esta tinta especial para usar sobre las pizarras blancas, ya que otro tipo de lápices pueden dejar marcas permanentes o más difíciles de borrar.
En las pizarras originales verdes se utiliza la tiza, que es una arcilla elaborada a partir de una mezcla de yeso con agua. Habitualmente se presenta en barritas cilíndricas, siendo lo más común el color blanco, aunque hoy en día el abanico de colores es muy amplio.
Para eliminar los trazos escritos, tanto de la tiza como del rotulador, se suele utilizar un borrador, que es un cajetín de madera, aluminio o plástico que funciona de soporte para la superficie limpiadora, habitualmente de fieltro.
La tiza digital es un dispositivo que permite
crear una pizarra digital interactiva de bajo coste para usar en el aula, como
alternativa a las PDI comerciales.